Siempre se me olvida cerrar la puerta, por eso entran gatos y perros pordioseros. Debería llevarlos a un veterinario, pero no, ¿viste?, les aseo -alivio cicatrices- y les doy de comer. Transmutan su orfandad, por eso me entristezco más aún que cuando vinieron.
Ya que te vas, cierra la puerta.
2 comentarios:
hola Montse:
dura la frase
¿estás segura que el veteinario les aliviaría las mismas heridas que tú?
de todos modos no está de más hacerle, de vez en cuando, una visita a "Viridiana",Buñuel siempre fue implacable con las consecuencias de algunas caridades.
abraçada,
hugo
La verdad es que en la mayoría de ocasiones es mucho mejor aconsejar el especialista más adecuado. Asumirlo todo es casi una osadía, hay que ser ¡prácticos y prudentes!
¡Ah! Viridiana, tendría que volver a verla, ¡hace tanto!
Una forta abraçada,
Montse.
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