MCMLXI

Desde el patio ascendía -cual chimenea encendida- un teatrillo de voces infantiles tras el cancionero popular. Todo se había iniciado un día 7, acabando el invierno. Mucho después -oculta tras el murmullo del agua- la lectura susurrante del pez divergente: ciencias o letras. Ciencias para subsistir, letras para malvivir.

MGJuárez
sincopadas@gmail.com

Ciber urbanitas




Hombre y mujer presos tras el cristal. Cuando anochece y solo cuando fuera se amortigua la luz, transparenta la oquedad del esqueleto que ninguna vestimenta puede ocultar. Dolor y vacio dibujan la frontera de un maniquí abandonado en una historia no tan ajena que puede ocurrir en cualquier renombrada ciudad.

4 comentarios:

mjromero dijo...

Cuánto tiempo sin nada tuyo por aquí.
No sabes cuánto me alegro.
Me gusta tu 'ciber urbanitas', creo que por eso mi ciudad no es renombrada.
Un abrazo grande.

MGJuárez dijo...

Las ciudades... ¡cuánto ocultan! La tuya siempre es refugio para las bellas palabras.

No sé si seré disciplinada, me lo debo a mí misma... todo llegará.

Un fuertísimo abrazo.
Montse.

Isabel dijo...

¿Qué bien que vuelvas!

Es una carcel preciosa. Quizás las miradas llenen ese vacío.

Besos.

MGJuárez dijo...

Isabel, tu mirada, siempre cálida y atenta, consuela este vacio en el cual me dejaron.

Hay madejas enredadas; enredos entre los dedos; y agujas que traspasan algo más que un téjido.

Seguiremos recogiendo las palabras para obrar con ellas ese entramado que sustenta nuestras almas. Sin artificios, simplemente con la belleza de nuestra sonrisa. Como la que ahora me sugieres con tu aportación a este diminuto texto.

Un gran beso,
Montse.