Creo en ti.Com. Porque la verdad es a medias (de los dos), por que la mentira es ajena, por lo sabido que nunca llega, por este tiempo de tanto asfalto poético. Por aquella luz del correo que enciende las arritmias, y sus circuitos hisseados hasta el ápex del alma. Por dejar las palabras mecidas para que las encuentre cuando la deriva me desestabiliza. Por este completo abecedario que inunda el teclado.
Porque nunca tomamos café sino otras delicatessen que me llenan de vida. Porque no hay soberbia, ni ira, ni artilugios mecánicos que cieguen estas cien palabras que te dedico.
Porque nunca tomamos café sino otras delicatessen que me llenan de vida. Porque no hay soberbia, ni ira, ni artilugios mecánicos que cieguen estas cien palabras que te dedico.
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