Llegué a mi habitación de hotel. Sobre el mueble auxiliar había dejado la llave de entrada, el bolso, los documentos y mis libros de viaje. El espacio, minimalista, y todo su contenido se centraba ahí. Igual que en el anterior de la ruta programada, la estancia se preveía perecedera en las horas. Y como en las demás, la ventana. Mire a través de ella, y ahí asomada sentía en mi espalda la soledad de estos espacios asépticos y confortables.
Me giré –tenía que deshacer la maleta-, reparé en la habitación pendiente de mejoras. Como en mi vida.
Me giré –tenía que deshacer la maleta-, reparé en la habitación pendiente de mejoras. Como en mi vida.
Lo último que recuerdo es el vestíbulo iluminado, y en este amanecer donde las calles parecen más anchas, los edificios más altos y limpios, rozando el amanecer brillante, solo el día se intuye claro y diáfano. Sin ganas de beber o probar bocado, solo engullir silencio, el recuerdo de un pececillo caracoleando entre las piernas estremece la desesperanza... onde estara o meu amor, sera que vela...
La troiler tiene un siete. La recogí en el anterior enlace. Si se rompía, ni tiempo a comprar nada. Así íbamos, recogidos al vuelo y soltados a manojos en sitios peculiares. La zona se me antojaba un campamento de derrotados. En el rostro, el rictus mortecino del cansancio. Un collage violáceo de autor anónimo: niños, biberones, pañales, patatas chip, lápices de colores, mercadillo de pantallas, overbooking en los móviles, mensajes por un tubo, el perfume de los cuerpos y compresas queriendo volar.
Cuando todos se hayan ido recogeré mi sombra derramada y con el set de costura que llevo siempre, la hilvanaré. Coserla es más difícil.
Cuando todos se hayan ido recogeré mi sombra derramada y con el set de costura que llevo siempre, la hilvanaré. Coserla es más difícil.
2 comentarios:
También ya te hablé de de estos textos. Pero ahora quería decirte que he entrado también em Clic y me encanta. Ahora mismo enlazo los dos.
Abraçades al cor tocat.
Gracias Bel. Me retiré hacia el rincón, solo el suave rumor del agua y la hojarasca quebrada por los paseos. Tu paseo anterior está impregnado en mi retina emocional. De ahí no se ha de borrar.
Una forta abraçada,
Montse.
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